Madame X, John Singer Sargent
Te llama la atención la extraña postura de la modelo y enseguida te preguntas cuál será la razón por la que su atuendo parece incomodarla. Su brazo derecho, apoyado sobre la mesa, es el remate final de un brazo que, no sabemos si caído o ligeramente apoyado sobre la mesa, parece sostener no sólo a la dama de «belleza imposible de pintar», como la calificó el propio artista, sino también a su vestido. Ella se llamaba Virginie Amélie Avegno Gautreau, pero hoy es más conocida como «Madame X» tras el intento del autor por guardar su anonimato. El pintor, John Singer Sargent, nacido en Florencia de padres estadounidenses, intentaba con este retrato hacerse un nombre en los círculos artísticos y elegantes del París de finales del siglo XIX. Pero su proyecto no le llevó por el camino que él anhelaba.
Virginie, también de origen estadounidense, se había mudado a París siendo aún una niña y allí se convirtió en una joven que no pasaba desapercibida, sobre todo por la vivacidad y lo abierto de su carácter. Casada con un importante banquero francés, pronto brilló con luz propia en la noche parisina de la alta sociedad. Entonces conoció a John Singer Sargent y éste, viendo en ella la posibilidad de hacerse conocido en el más selecto de los círculos sociales, se ofreció a retratarla. Corría por entonces el año 1883
Pero Virginie no se lo puso fácil. De carácter indolente y caprichoso, no siempre fue fácil que tuviera ni tiempo ni paciencia para posar. Hasta 1884 el cuadro no estuvo terminado y listo para ser expuesto a los ojos de un público de lo más selecto. El lugar elegido fue el por entonces importantísimo Salón de París, en donde se exponían las obras de la Academia de las Bellas Artes de la ciudad.
Pero el cuadro titulado, en un principio «Madame Pierre Gautreau«, que allí fue expuesto no es exactamente igual al que hoy podemos admirar. En su primera versión, el tirante derecho aparecía suelto, caído sobre el hombro, y ese simple detalle que ahora apenas parece importante, fue motivo de un gran escándalo social por la sensualidad que transmitía. La familia de Virginie pidió la inmediata retirada del cuadro, pero Sargent sólo aceptó cambiarle el nombre por «Madame X«. Posteriormente hizo algo más, retocar el cuadro y colocar en su sitio el tirante que tanto revuelo había causado.
Pero el daño ya estaba hecho y la carrera artística de Sargent parecía abocada al fracaso. Finalmente decidió mudarse a Londres y empezar de nuevo.
«Madame X» fue adquirido en 1916 por el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York. Puedes admirarla en www.metmuseum.org.
En la Tate Modern de Londres está guardado un boceto de aquel primer cuadro. Pues verlo en «Boceto de Madame Pierre Gautreau«.

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